LA SOSPECHA

Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón. Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.
Pero más tarde, encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón.
Lie Zi
Comentario:
Muy frecuentemente nuestra mente crea un prejuicio respecto a una persona, ya sea por una nacionalidad, aficion a un equipo de futbol, color de piel, o cualquier cosa conciente o inconciente que nos hace encasillarla, no dejemos que nuestra mente entre en el modo de etiquetar a las personas, veamos a las personas como individuos y veamos si se merece o no la etiqueta.

5 comentarios:

    Jajajaja, excelente!

    Iba leyendo el post, y me perdi.. realmente pense que era de astucia a la hora de detectar un ladrón..

    Pero excelente, la verdad es que cuando uno cree fielmente que alguien es así , todo lo que esa persona hace se analiza con respecto a esa "etiqueta"..

    Lo mejor es no etiquetar, y darle al cesar lo que es del cesar...

    tuanis

     

    Excelente post. de verdad.

     

    Como dicen: todo depende del cristal con que se mire.

    Excelente post

     

    Dicen que no hay que dejarse llevar por la primera impresión, pero puña, como pesa el primer concepto de una persona, así sea erróneo.....

    Tuanix!

     

    Lo peor es que hay gente que "encuentra el hacha" y aún así sigue sospechando...

     

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